sábado, 30 de noviembre de 2013

Rayuela



Beber para creer que solo albergas

la amargura de la cerveza

y no retoña la primavera

Al salir del bar

como una sombra me arrastro

por las calles mendigando

por un pedazo del sol

las farolas me calientan de soslayo

y la luna se deshilvana

a tus pies


Voy a la pata coja saltando

de ventana en ventana para pisar el cielo

marré al lanzar y cayó

el tejo a la alcantarilla

Hurgo para recuperarlo

me cuelo entre las rendijas


rebaño entre mis huesos

por si queda algo de tu carne

Me desconcierta el rojo y el verde

de los semáforos

a mi que parpadeo en ámbar


Me asustan los adarves

el asomarme más allá de mis muros

me atraganto con las chimeneas

que exhalan bocanadas de desaliento

aborrezco el guiñar macabro de los puentes

En esta rayuela borre las líneas

mis pasos se atropellan


pisoteo corazones que bostezan

abandonados en los felpudos

Una hojarasca de esperanzas amarillas y marrones

se arremolinan en el pecho

tratando de remontar el vuelo

y el caño languidece ...


En el recodo donde te vi pasar

alzo como los perros la pata

y tu perfume en mis paredes hace eco

tropiezo con los pliegues de tu falda

me fruncen el ceño

y yo me pierdo


Y los pensares ya sabes como vencejos

ruedan por el suelo en mi verde calavera

nos robaron la fotosíntesis

y trato de asfixiar la tristeza con los puños


el roce de tu piel como una cerilla extraño

me pregunto porque estrujé tu corazón

cuando su vino es de lágrima

porque no me estribe en tus pupilas

cuando a medianoche maullaban,

debí soplar tus manos de dientes de león

cuando me abrazabas...

y ahora que estoy abierto de par en par

¿tocarás a mi puerta?


Autor: Miguel Hernández Pindado










No hay comentarios:

Publicar un comentario