sábado, 19 de abril de 2014

El Gambito



La fe ha dejado de creer,
los indigentes no hacen más que recibir
mucho desdén en las limosnas,
y los hiatos forman diptongos
con el fin de separar su otra mitad.
Compra el recuerdo
souvenirs para el olvido
y los mercaderes nos venden carencias
a granel.

A veces le da por pensar al instinto,
tumbado la siesta en su sofá,
qué nos hizo tan salvajemente domésticos
y quién nos tendió la encerrona
de dejarnos salir.

Si un día nos miramos en espejos opacos,
y lo perenne empieza a caducar...
no nos quedará más remedio,
si queremos dar jaque,
que sacrificar al rey.

Así como quien vela las horas muertas,
como un payaso que se consuela
con la risa que provoca su llanto,
como las paradojas
que insisten en encontrar significado,
puse una coma a este punto y final.


                        Miguel Hernández Pindado

martes, 15 de abril de 2014

El Castigo del Baobab


" La muerte está tan segura de su victoria, que nos da toda una vida de ventaja"
Anónimo

Abre el periódico y con las gafas de cerca empieza a apartar la mirada de sí mismo. Ya es hora, piensa, de que las brújulas pierdan el norte, de que el deshielo deje helado al invierno, de aterrizar en las nubes, de dejar de dar rodeos en los atajos.
Es hora de empezar a tumbar los muros con caricias a prometer solo lo que ya hemos cumplido, a dar cuerda a los relojes para que ahorquen el tiempo.
Impidamos que nos roben a puñados bolsillos vacíos, basta de buscar abrigo en los páramos, no más plegarias de pie a dioses que blasfeman de rodillas.
Vamos a apoyar la vida hasta morir de sed.  

Miguel Hernández Pindado.