sábado, 17 de diciembre de 2011

Canción a Ligeia

Llena, la luna por su ausencia brilló esa noche.
El rayo la iluminó en su ataque repentino,
golpeando con furia mi ser con su destino.
Paralizaste mi alma dejando el mundo a flote.

Dorada eres tú como ninguna, mi manzana,
núcleo que atracción hacia mi universo emana.
Y tan hermosa en las manos de afrodita asomas
que el pomar floreció, embriagado de belladona.

Ahora soy sangrando mis venas poesía,
late deprisa mi pluma, amor la tinta, ¡oh musa!
mis manos susurran silencios escritos a gritos
callados en mi boca que miedo escupía.

Pues el ayer sería lo que no fue el mañana.
Mañana lamento solo cautivar tu imagen
en mi pupila, clavada como el Sena al alba
cautiva en reflejo una dama. Sueños que nacen

vuelan y vuelan y vuelan y despiertos sueñan
chez Isis y estrechamente hilados a mi alma
tu beso en la noche como Endimión aguardan
fundir la luna en mis labios.Poderosa Aisa,

no separarían tus afiladas tijeras
la plateada red que forjaríamos cual Hefesto
en el ardiente fuego del kies. Cenicientos nuestros huesos
serían como un fénix portando mirra,cuya es muerte efímera.

Mas no, ¿Quién grita? ¿ por qué osas llamar a mi puerta?
de nuevo me desprecias, me traes la realidad.
Mis miedos agitas, la esperanza tú amedrentas.
Labrada en mi camino, eres barbecho,¡Oh tú,soledad!

                                                                  Autor: Miguel Hernández Pindado

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