Lluvia
que sacia
a
los ríos la sed.
Oxígeno
que respira
el
fuego para arder.
Impide
a la noche
sentir
vértigo al caer,
a
los sauces
enjuga
las lágrimas.
Marea
que en las madrugadas
tiende
la mano al labrador,
ofreciéndole
la grana
que
él sembró con su sudor.
Eres
tú, poesía,
eres
tú, poeta,es tu voz.
Arte
de efímera lectura
lectura
de recuerdo eterno.
Abeja
que liba néctar
de
hasta la flor más amarga.
Primavera
que florece
aquellas
heladas y marchitas.
Dama
blanca vestida de harapos,
reina
de la calle y no de palacios.
Vagabunda
de nuestras venas y arterias,
heroína
de nuestras penas y miserias.
Sol
que despierta al amanecer las almas,
que
tiñeron de sangre el púrpura atardecer
y
sobre sus frías lápidas, libros de cementerio,
graba
con sus rayos epitafios en verso.
Eres
tú, poesía,
Eres
tú, poeta, es tu voz
arte
de efímera lectura
lectura
de recuerdo eterno.
Autor: Miguel Hernández Pindado